Javier PRIETO GONZALEZ David DEL CASTILLO MIRÓN
PRÓLOGO
Cuando Javier y David nos pidieron que escribiésemos este Prólogo, enseguida
nos dimos cuenta que teníamos que aceptar y, debíamos hacerlo, no solamente porque
como jefes de suyos tenemos el privilegio de conocer su trabajo y con él su valor como
policías, sino porque al mismo tiempo entendimos que la obra que nos presentan tiene
un valor incalculable para el colectivo policial.
El ámbito operativo debe primar sobre toda la actividad de un cuerpo policial.
En definitiva, es el fin último y principal al que debe estar dirigida la labor policial. La
Policía como servicio público que es, debe orientar su trabajo a satisfacer la necesidad,
en materia de seguridad pública, que la sociedad demanda o, en su caso, se prevé que va
a demandar.
Teniendo como visión de la organización este objetivo, la preparación de sus
miembros es esencial. Esta debe ser profunda, abarcando aspectos de conocimiento
genérico a todas las parcelas policiales, pero también específico según el área concreta
de trabajo. Esa formación debe ser además continua. El marco legal no es un ámbito
estático, éste cambia y evoluciona conforme a las exigencias sociales. Las leyes se
deben adaptar a los cambios sociales y con ellas todas las normas de rango menor,
incluidos los protocolos de actuación. Todo ello exige que el profesional de la seguridad
deba estar sometido a un continuo proceso de actualización que debe dirigirse desde los
Cuerpos e Instituciones a las que pertenece, pero que también requiere una dedicación y
un compromiso personal de mejora en su servicio a la Sociedad.
Cuando leímos el libro y analizamos su estructura nos dimos cuenta del esfuerzo
que habían dedicado para su elaboración David y Javier.
No sólo es profundo en cuanto al alcance de sus contenidos, lo es en cuanto a la
amplitud de conocimiento y campos que abarca, dentro de plasmación del trabajo
policial operativo. En él se analizan todas y cada una de las diligencias que conforman
un atestado policial, incluyendo, como no podía ser de otra manera; dada la actividad de
Javier durante estos 13 años; el traslado a papel de lo actuado y observado en el trabajo
de calle. Esta faceta es de gran importancia, puesto que de esa transcripción puede
depender el éxito o fracaso de la carga probatoria en la fase oral de un procedimiento
judicial.
La labor policial en un enjuiciamiento penal es de un valor incalculable. Los
Policías no solo nos encargamos de poner a disposición de jueces y magistrados a
personas presuntamente autoras de un hecho criminal, sino que tenemos el deber legal
de recoger y aportar todos aquellos elementos que puedan tener una relación con el
ilícito cometido. Tan importante como esto, es la obligación de manifestar de forma
clara y útil todo lo que en nuestra percepción podamos recabar y que puede ser de
interés en un procedimiento. Esas manifestaciones solo tienen una primera vía de
expresión que es la comparecencia policial. Su importancia es crucial para que la
Autoridad Judicial y Fiscal tenga un conocimiento real y veraz de lo ocurrido, pero
además es vía de inicio para una gran parte de investigaciones policiales que se
producen a posteriori.
INTERVENCIÓN POLICIAL Y REFLEJO DOCUMENTAL: EL ATESTADO
Diligencias, Jurisprudencia y Supuestos Prácticos